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  • Foto del escritorAlin Gonzalez

EL DIA QUE CORRÍ POR MI VIDA

El día que corrí por mi vida. Por Alin González IG y Twitter: @alingomx


EL día 28 de julio del 2019 corrí otro medio maratón, esta vez, no  iba emocionada como otras veces, iba aterrada, llena de ruido mental, con un dolor de cabeza insoportable y con la cabeza diciéndome no vayas, no lo vas a lograr. Como muchos saben , hace meses me diagnosticaron depresión, derivada de un duelo y que a pesar de las  herramientas emocionales me mandó a la lona hundiéndome en una tristeza profunda la cual poco a poco, así como la humedad se mete a por las paredes de una casa fue minando mis ganas de vivir.  Pedí ayuda el día que ya no pude mas, cuando todo se tornó obscuro y ya no  con mis ganas de no querer seguir viva, eso me aterró y me hizo tomar responsabilidad de mi salud mental . Tomar medicamento psiquiátrico no es nada fácil, te pone en perspectiva real de donde te encuentras emocionalmente y te enfrenta a tus pensamientos, los cuales hay que ir brincando día a día, un día a la la vez dicen, es una batalla campal, mano a mano  con el «dark side» , muchas veces quise dejar de tomarme el medicamento pero basta con recordar ese terrible momento en el quise dejar de vivir y vuelvo a tomar fuerzas porque si algo quiero en esta vida es VIVIR, vivir plenamente con todo lo que la vida traiga consigo, no importando si es bueno o malo, pero vivir, vivir cada segundo de mi existencia como si fuera el ultimo porque esa soy, una mujer con amor a la vida, creo que ese amor que me fue inculcado por mi abuelo, mi madre y mi padre me ha sacado en los peores momentos adelante. En fin, con todo esto encima, decidí continuar mis entrenamientos , fortalecerme físicamente , recuperar el peso perdido por el medicamento y la falta de apetito, llegué a pesar 47 kilos, no me veía nada bien, creanme , no fue nada grato verme tan delgada, así que decidí ponerme en forma de nuevo a pesar de esa voz , esa pinche voz, a pesar de la pinche tristeza que no se iba, a pesar de mi, comí mejor, entrené como pude, hasta hice una amiga nueva que me llevó a otro tipo de ejercicio para ponerme fuerte (crossfit) y así estuve preparándome hasta que , una semana antes , tuve una recaída emocional durísima, no recuerdo ya  cual fue el gatillo que la detonó, pero me fui abajo, dejé de comer bien, no moví un dedo de ejercicio y no paraba de llorar en las noche contra la almohada ahogando mis gritos de impotencia por seguir sintiéndome así de hundida. Pude llamarle a Fabiola, mi gran amiga de las montañas y contarle lo que pasaba , ella , con ese compromiso de ser humano que tiene tan maravilloso, me dijo que sola no estoy y que ella iba a ir conmigo de la mano, que correría a mi lado, y si, ella me dio las palabras necesarias para llevarme arrastrando a la entrega de paquetes , respirar profundo, comer un pastel tomar café y ponerme la mejor de las actitudes para el día de la carrera . Llegó el día, 21km estaban listos para que mas de 25000 corredores los recorriéramos, y yo ahí , aterrada, oyendo a la pinche voz cada vez mas fuerte, gritándome : vete de aquí no vas a poder, vete, huye, no hagas esto, no eres capaz, y así con esa voz comenzar a correr, con el cuerpo adormecido, con el cuerpo pesado, rígido, sin ganas de moverse, Fabiola a mi lado contándome cosas, hablando, riendo, alentándome, de repente casi al km 5 mi vista se nubló, era demasiada gente, me faltaba el aire, no veía nada, no escuchaba nada, de repente un ataque de pánico empezaba a querer atraparme, ya saben con esa fuerza que debe tener un oso cuando abraza, corrí, respiré hondo, no pude hablar y decirle a Fabiola ayúdame , no pude hablar, solo pensé : ¡corre! no pares, ¡corre! que no te alcance, respira … y lo logré , pude brincar el pánico, aunque la voz seguía insistiendo en que no fuera mas … Le dije a Fabiola que corriera sola, que se fuera que disfrutara la carrera, ella es una maquina, la veía con esa mirada que reconozco en los amantes de la libertad con ganas de volar, así que le dije ¡ve! ¡vuela! y si , así fue , despegó y yo fui muy feliz con eso, se me enchina la piel solo de recordar que vi a una de las personas que mas admiro haciendo lo que mejor hace ¡wow! fue motivador,  a pesar de la voz dije ok la debo alcanzar en la meta , sin querer se convirtió en una razón para acabar . Quedé ahí, sola, con la pinche voz,  sin audífonos, sin música, sin distracciones dije ok , somos tu y yo, veamos quien puede mas, corrí, comencé a tratar de meditar en movimiento para olvidarme de la voz, pero ella se resistió tanto que al km 15 me dio un calambre que hizo detenerme muchos minutos y parar en el servicio médico, y ahí por poco gana, me decía ya siéntate , te va a doler mas, ya no puedes , ¡ya no sirves! , seguí caminando, y tratando de retomar el paso y no podía claudicaba, y otra vez y una vez mas, hasta que un hombre desconocido, me tocó el hombro y me dijo ¡VENGA BATMAN, TU PUEDES!  (yo traía una capa de Batman que había comprado en SixFlags) eso me despertó, ¡BUM! un golpe de energía subió por mi cuerpo, todo se aclaró, vi la luz del día pude ver que ya había amanecido, no solo en el día si no en mi vida, que despertaba de esa larga noche que había vivido durante meses, y los colores se hicieron mas claros, y el viento tocó mi rostro y se dibujó una sonrisa gigante en el, con ese poder corrí , corrí y corrí y la pinche voz se fue , solo era yo diciéndome : ¡venga Alin , tu puedes, estas fuerte, así se hace, venga cree en ti , venga hermosa VIVE CHINGÓN! Llegué a la meta , había amigos míos echándome porras, fue un providencial, mi padre estaba ahí también ,Fabiola estaba ahí y me recibió con un abrazo de esos que te juntan los pedazos y los pone en su lugar , y de repente , sin mas, ya estaba de regreso, ya no estaba mas en las tinieblas, ya estaba de nuevo en casa . Ya no me da pena pedir ayuda, ni decir que me siento mal , ya se que debo terminar mi tratamiento como cuando alguien se termina un antibiótico a pesar de sentirse bien , pues se que además de la parte emocional, la depresión va mas allá de echarle ganas, el cerebro necesita medicamentos también para sentirse mejor, pero lo que si ya tengo claro es que no pienso declarar mas que estoy deprimida, hoy declaro mas que nunca que estoy viva, que quiero disfrutar la vida, y que , a pesar de todo, mi vida está bien y y estoy bien y así, plena quiero seguir este camino. Con Amor Alin #BeBrave

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